Los Cerros del Teatro me llevan a Úbeda.

Los Cerros del Teatro te llevan a Úbeda.
Los Cerros del Teatro nos llevan a Úbeda.

EUSEBIO CALONGE


domingo, 30 de septiembre de 2012

CINCO GRANDES HABLAN DEL TEATRO





Ahora que la XVIII Muestra de Teatro de Otoño de Úbeda camina ya imparable, es buen momento para hacer un alto en el camino y acercarnos a las opiniones que cinco monstruos de las letras del siglo XX dieron sobre el teatro. Después de leerlas, uno aprende a amar el teatro con más intensidad y descubre lo necesario que es para hacer mejor a un pueblo.

El teatro es sobre todo amor y, su contrario, muerte; es, por definición, poesía, puesto que sólo existe en el momento del acto creador. Como el amor es cita, emoción, ofrenda, elevación, don de sí, intercambio, comprensión, comunión; en fin, goce, aleluya, sacrificio, regocijo, orgía. Es a la vez místico y profano, hay en él santos y prostituidos. Va de la catedral al burdel y viceversa.” Jean-Louis Barrault.

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De todos los géneros literarios, la tragedia es el que más marca un siglo, el que le da más dignidad y profundidad. Las épocas de esplendor, indiscutidas, son las épocas trágicas: siglo V ateniense, siglo isabelino, siglo XVII francés. Fuera de esos siglos, la tragedia —en sus formas constituidas— se calla. ¿Qué pasaba en esas épocas, en esos países, para que la tragedia fuese posible, fácil incluso? La tierra parecía ser tan fecunda que los autores trágicos nacían por montones, llamándose y provocándose unos a otros. Es fácil percibir que tal conexión entre la calidad del siglo y su producción trágica no es arbitraria. Es que en realidad esos siglos eran siglos de cultura.” Roland Barthes.

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El teatro es un arte de carne y hueso que otorga a cuerpos vivos el cuidado de traducir sus lecciones, un arte al mismo tiempo grosero y sutil, un entendimiento excepcional de los movimientos, de la voz y las luces. Pero también es la más convencional de las artes, existe por esa complicidad del actor y del espectador que le dan un consentimiento mutuo y tácito a la misma ilusión.” Albert Camus.

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...el teatro no es sólo una obra, un director, unos actores, un público y una sala, sino que puede ser mucho más: un foco específico de vida social e intelectual que ayuda a conformar “el espíritu de la época” —que personifica y manifiesta su fantasía y sentido del humor—, un instrumento vivo de la conciencia social, una forma irrepetible enraizada en el tiempo.” Václav Havel.

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Y después de esas noches seguí soñando en un teatro sencillo, lo más sencillo posible, desnudo, sobrio, en que lo que se ve ayude y sirva a lo que se oye, pero no lo desfigure ni oscurezca: en un teatro en que el actor cuente lo menos posible con el escenógrafo y el sastre y el peluquero y el atrecista —o como se le llame— y el tramoyista, y huya cuanto más pueda de la pantomima de la caricatura, o sea la exagerada caracterización. Y esto sería, sin duda, lo más duradero, y a esto, que es lo clásico hay que volver siempre.” Miguel de Unamuno.

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