Javier Villán (El Mundo): «A lo
largo de los años La Zaranda ha creado un estilo definido: un tenebrismo que va
de las pinturas negras de Goya al Teatro de la Muerte de Tadeus Cantor con
incursiones en una visualidad sombría; y los textos de Eusebio Calonge:
repetitivos, casi minimalistas, llenos de tristeza y de desesperación
alimentados por la fronda gestual y la entonación verbal. Y un humor que,
piadosamente, podríamos llamar negro, pero es otra cosa: la destilación de un
asombro permanente, del absurdo pobre y de la incomunicación balbuciente por
mucho que las palabras y el contacto físico se repitan: una ética y una
estética.»
No hay comentarios:
Publicar un comentario